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Lin
Estamos descansando cerca de un fuego, debajo de altos y densos abetos. Cerca de aquí, a una docena de metros de distancia, hay un lugar en donde se puede sentir el Abrazo de Lin dentro de Su Mahadoble.
El Sutilísimo Fuego-Luz Divino que surge desde la Morada del Creador lo consume y disuelve a uno en Él mismo, es suficiente con abrir los brazos del corazón espiritual hacia Lin. Luego, con Su brazo, Lin lo sumerge a uno en Su Corazón Universal, ¡en la más profunda Tranquilidad!
—Estoy muy contento de que hayas decidido publicar una colección de Nuestras biografías, a través de las cuales se ofrecen ejemplos vivos de la metodología con la que prácticamente cualquier persona común puede comenzar a esforzarse para alcanzar el conocimiento de Dios y, luego de algún tiempo, ¡fundirse en Mí, en todos Nosotros, Quienes representamos y constituimos la Esencia del Uno Primordial!
—¡Lin! ¡Cuéntanos, por favor, acerca de Ti Mismo! ¿Cómo lograste la Divinidad?
—Mi primer maestro fue el amor…
»Yo nací en Corea del Norte. Era hijo único de padres ricos y nobles. Mi madre vivía en el estado de amor tierno. Ella siempre irradiaba amor suave y ternura hacia todos. Yo crecí en esta atmósfera creada por ella.
»Ella murió cuando Yo tenía tan sólo siete años de edad. Para consolarme, Mi padre Me explicó que cada alma es inmortal y que sin su cuerpo el alma se siente aún mejor. Yo entendí esto… como la posibilidad de hacer que Mi madre regrese.
»Comencé a buscarla, a tratar de verla como un alma, para abrazarla, para sentir su amor. ¡Y lo logré! Ella Me abrazó suavemente y dijo:
»—Si te sientes triste y solo, si extrañas mi amor, recuerda cuánto te amo y trata de dar tu amor a otras personas como yo te lo doy a ti. ¡Entonces el amor siempre estará contigo y tú nunca estarás solo! Si lloras y pides amor, nunca estarás satisfecho. Todo el amor que recibes de los demás se puede acabar… ¡pero el amor que vive en ti nunca se acabará! “
»Ella abrazó y acarició Mi cuerpo y llenó la habitación con su amor…
»Yo recordé aquellas palabras toda Mi vida… Y traté de vivir como ella Me enseñó. Yo vivía irradiando la luz del amor. La gente sentía esa luz y quería estar Conmigo… Y yo, irradiando amor a todas las criaturas, aprendí a ver la belleza y la armonía…
»Entonces la belleza se convirtió en Mi segunda maestra.
»Incluso en la infancia, el estado de armonización con sattva era natural para Mí, la sintonización con la ternura de la mañana, con la luz sutil del amanecer, con la frescura matutina pura y cristalina, con la fragancia de las flores y con el canto de los pájaros que festejaban cada nuevo día. Para Mí, fue el primer paso hacia Dios en esa encarnación, porque me permitió conocer los estados sutiles y tiernos que no se pueden encontrar entre las preocupaciones cotidianas de la gente.
»Luego, al fundirme con la belleza, comencé a entrar en un estado especial de conciencia en el cual Mi “yo” personal desaparecía y Me convertía en belleza.
»Busqué la belleza y la encontré en todas partes: en la puesta del sol sobre la extensión del mar cuando el atardecer llena todo con su cálida clama, en las mejores obras de arte, en los diseños de los paisajes naturales…
»Con el tiempo fui desarrollando el deseo no sólo de fusionarme con la belleza, sino el deseo de estar en unión constante con ella. Yo quería encontrar un maestro, un maestro de la belleza que pudiera revelarme sus leyes…
»Pronto Mi padre me envió a un monasterio budista para recibir educación.
»Allí la tranquilidad se convirtió en Mi tercera maestra.
»En aquel monasterio vivía un viejo chino Taoísta. Me gustaba conversar con él. Él Me hablaba acerca de otras tierras. Mi mundo se fue expandiendo más allá de las paredes del monasterio…
»A veces nos sentábamos juntos y él Me sugería escuchar en sus lejanas tierras nativas los murmullos del río… Yo no escuchaba los murmullos del agua, pero podía escuchar el silencio que había debajo de la tierra.
»El silencio era enorme, transparente… Alcanzaba el lugar donde los antiguos chinos habían vivido años atrás… Entonces la tranquilidad aparecía por todas partes, dentro y fuera de Mí…
»A menudo nos sentábamos así, inmersos en la tranquilidad interior y la calma. Toda la vanidad del mundo quedaba afuera, no podía penetrar en el silencio… No tenía derecho a cruzar la frontera de la tranquilidad del corazón lleno de calma y amor…
»Me gustaba estudiar, en especial las escrituras conservadas en el monasterio. Su valor era invaluable… Yo tenía sed de conocimiento y podía absorberlas así como una esponja absorbe el agua.
»Entonces el conocimiento se convirtió, en lo sucesivo, en Mi nuevo maestro.
»Conocí a un grupo de monjes budistas, quienes Me enseñaron muchas cosas nuevas. Ellos no eran maestros espirituales, pero Me hablaron sobre sus puntos de vista y sobre algunas verdades: Me hablaron sobre el principio de no causar daño, de servir a los demás, etc. Conocerlos fue un impulso para Mi desarrollo y despertó Mi interés en la búsqueda de la Autorrealización espiritual. Yo quería sinceramente encontrar algo más elevado, algo que pudiera darle a la vida un sentido más alto… ¡Yo sentía la necesidad de buscar un sentido más elevado de la vida, para realizarlo en Mí y para revelárselo a los demás!
»Fui a China y comencé a estudiar arte en un monasterio budista. Gracias a esto, pronto Me encontré con varios monjes que no sólo eran seguidores de las tradiciones religiosas, sino buscadores espirituales. La comunicación con ellos Me abrió nuevos horizontes.
»Ellos tenían contacto con un centro espiritual en China, que poseía un conocimiento espiritual y métodos serios. Sólo algunas pocas personas eran admitidas para estudiar en este centro, aquellos capaces de comprender el conocimiento superior y usarlo correctamente.
»Cuando supe de la existencia de este centro, deseé fervientemente ingresar en él.
»Sólo después de haber ingresado en este centro pude comenzar el camino real de desarrollo de Mí Mismo como conciencia con la ayuda de las técnicas prácticas.
»Dominé la etapa inicial del trabajo, que incluye el estudio de los principios de la alimentación sáttvica, la limpieza energética del cuerpo, ejercicios para el cuerpo y para el desarrollo de la habilidad de mover la concentración de la conciencia hacia diferentes partes del cuerpo.
»En la etapa siguiente, Mi instructor Me enseñó a salir desde el pecho como amor y abrazar las vastedades a Mi alrededor: el bosque, las montañas… Yo abrazaba a la naturaleza Conmigo Mismo como corazón espiritual y Me quedaba por largo tiempo en ese estado. De esta manera conocí la calma total.
»Crecí como una conciencia en estos estados de calma, entre la tranquilidad de las montañas.
»Pero un día fue asignado en el monasterio un nuevo jefe. El nuevo orden, establecido por él, era duro. Me asustó la idea de tener que pasar toda Mi vida en aquella morada. Me marché y comencé a viajar…
»De esta manera, la vida se convirtió en Mi quinta maestra.
»Entonces aprendí mucho. Visité diferentes monasterios taoístas y budistas, observé la vida de las personas que allí vivían, sus alegrías y tristezas.
»Yo podía ganarme la vida fácilmente gracias al conocimiento adquirido en el proceso de estudio. Podía recetar por escrito o sugerir las plantas medicinales para curar diferentes enfermedades, o realizar cualquier otro trabajo… Conocí muchas personas diferentes. También conocí el amor que puede unir dos almas, a un varón y una mujer… Adquirí una valiosa experiencia de la vida, lo que más tarde Me permitió comprender muchas cosas…
»Un día escuché en la tranquilidad una voz que Me sugería que debía volver a casa porque Mi padre iba a morir pronto.
»Fui, pero no pude sanarlo… Después de su muerte heredé una gran fortuna.
»Decidí construir Mi propio monasterio, donde pudiera unificar todo lo mejor que había aprendido en Mis viajes. Elegí un lugar de una belleza asombrosa y contraté constructores.
»Pronto otras personas, inspiradas por Mis planes, se unieron a Mí. Mis amigos y maestros también vinieron.
»¡Yo ardía con la idea de crear el monasterio más extraordinario! El trabajo continuó. ¡Me sentía orgulloso de Mi creación!
»Entonces la humillación fue Mi sexta maestra.
»Un viajero llegó al monasterio.
»A quienes venían hacia Mí les gustaba todo del monasterio. Yo les mostraba orgullosamente lo que se había hecho y les contaba acerca de Mis planes…
»Pero este visitante miró a su alrededor y… sólo encogió sus hombros…
»Finalmente, dijo:
»—Aquí falta lo más importante: ¡aquí no está Dios!
»Dios me habló a través de la boca de aquel hombre.
»El viajero se marchó, pero Yo quedé… en las ruinas de Mi orgullo…
»Desde aquel momento, nunca dejé que la arrogancia del ego Me engañe…
»Yo había querido crear una morada hermosa, una morada de amor. Pero esto puede ser hecho sólo con Dios, sólo para Él. Y Yo, ¿para quién lo había estado haciendo?
»Además, había olvidado las meditaciones, las cuales consideraba innecesarias para el jefe del monasterio…
»Y la meditación se convirtió en Mi séptima maestra.
»¡Me puse como objetivo conocer al Uno Primordial! ¡Y comencé a buscarlo con fervor! ¡Me olvidé de todo lo demás! ¡Ahora Yo caminaba sólo hacia Él!
»La meditación fue el medio para superar la distancia entre Él y Yo…
»Y entonces Él, Primordial y Omnipresente, ¡permitió que Yo lo percibiera!
»Yo estaba asombrado… ¡Y Me fundí con Él! ¡Conocí al Uno Primordial!
»Me sumergía en Él una y otra vez. Pasaba días y noches en las meditaciones de Unión. ¡Estaba maravillado con Su Grandeza y Amor! Yo quería sólo una cosa: ¡quedarme en Él para siempre! Me esforcé por lograr la plenitud de aquel estado de Nirvana que no tendría fin…
»Entonces un día, cuando estaba caminando por el monasterio, Él comenzó a mostrarme… la desolación que se había apoderado del monasterio desde el momento en que Me dediqué sólo a la meditación…
»Él Me mostró a Mi gente… ¡Ellos dedicaban su tiempo libre a todo tipo de actividades!
»Por Mi falta de atención, el monasterio se había vuelto similar a un árbol joven marchitándose…
»El Uno Primordial Me reprochó:
»—¡Deja que tu amor por Mí brote como amor y cuidado hacia todos los seres!
»»¡Sólo entonces te convertirás en un Gran Maestro! ¡Y ahora debes estar avergonzado de privar a Mis niños de tu amor y cuidado!
»De este modo, el cuidado se convirtió en Mi octavo maestro…
»Desde entonces, tuve numerosos discípulos…
»Mi camino se volvió más simple. “Bajo el peso” de todos aquellos a quienes sostenía en Mis palmas, Yo Me sumergía más y más en la Morada del Uno Primordial, Quien era el Principal Maestro para Mí y para las demás personas.
»Y Él Me dijo:
»—¡Debes ir siempre sólo hacia Mí! Y Yo, a través de ti, iré hacia otros niños Míos: ¡hacia aquellos a quienes he confiado a tu cuidado!”
—Dinos, ¿cómo Les enseñabas?
—El amor se desarrolla en las almas a través de su ayuda a otros seres en todo lo bueno, en lo grande y en lo pequeño. Las técnicas de meditación permiten conocer algo nuevo, sin embargo, esto nuevo se transforma en un estado de ser sólo a través del amor que da, del amor-servicio.
»Así Me enseñó Dios.
»Fue a través del cuidado de Mis niños, que aprendí a ver y sentir a las personas como Él lo hace. Aprendí a mirar con Sus ojos y ver el paso concreto que una persona puede dar en un momento dado. Nunca dije: “¡Ven aquí! ¡Hazlo!” Yo encomendaba a los discípulos tareas que los hacían dar ciertos pasos en la transformación de sí mismos. Los discípulos tomaban sus propias decisiones, ellos hacían esfuerzos por sí mismos y así alcanzaban nuevas etapas en su desarrollo. Los discípulos eran conducidos sólo por su amor hacia el Uno Primordial y por su amor a todos los seres.
»Yo ayudé a todos quienes pidieron Mi ayuda y aceptaron Mi guía.
»Algunos de Mis discípulos pavimentaron con piedras el sendero hacia un estanque de modo que todos los que caminaban por este sendero hecho a mano podían disfrutar de la armonía… O enseñaban métodos de meditación a otros discípulos… La tarea era difícil, pero siempre realizable. Uno necesitaba recoger toda la fuerza del alma y arder con el fuego del amor para dirigir cada paso hacia la luz.
»No todos Mis discípulos conocieron al Uno Primordial, pero todos avanzaron en este Gran Camino.
»Así como uno cava un pozo, Yo cavé en las “densas capas” de las almas exponiendo su Fuente común, de manera que Mis discípulos pudieran satisfacer su sed de conocimiento.
»Así como uno abre una ventana para dar paso a la luz, Yo abrí las almas a la Luz Eterna. Entonces esta Luz, a través de los corazones abiertos de Mis discípulos, se derramó hacia fuera, hacia cada ser.
»Y todas las Almas que alcanzaron la Cima continuaron Su servicio desde la Morada del Uno Primordial. El fin del Camino humano se convirtió para tales Almas en el Gran Comienzo de una nueva Existencia Divina.
»De este modo cultivé la sabiduría y sembré conocimiento en las almas durante años, de manera que el Uno Primordial pudiera recoger los frutos de la sabiduría en el futuro.
»¡Yo di amor y sembré sus semillas para que las flores del amor pudieran regalar su fragancia a todos y de esta manera sus frutos pudieran producir semillas y así producir nuevos brotes! Yo di poder a todos aquellos que crecieron correctamente.
—Dinos, por favor, ¿cómo dominaste la materialización y desmaterialización?
—Yo nunca aspiré a dominar la materialización y desmaterialización. Simplemente Me fusioné con la Conciencia Primordial tan profundamente que Mi forma material se volvió similar a una “protuberancia” de Su Morada en el mundo material. Mi cuerpo se fusionó con el Uno Primordial tan profundamente que Él podía fácilmente reproducir esta apariencia corporal en cualquier rincón del plano material, en cualquier lugar que Él lo necesitara.
»Me uní con el Océano del Uno Primordial. Su voluntad de manifestaba a través de Mi cuerpo. Sus palabras salían de Mi boca. Sus ojos miraban desde Mi cuerpo. Su Sabiduría se convirtió en Mi Sabiduría. Su Calma se volvió Mi Calma. Su Amor se convirtió en Mi Amor. Su Cuidado se convirtió en Mi Cuidado.
»La carne del hombre tiene que estar libre del “yo”, de esta manera Él puede entrar en ella. Esto se realiza a través del Gran Misterio de la Unificación.
»Cuando una Individualidad que ha alcanzado la Perfección se disuelve en el Uno Primordial y permanece en Él, entonces el cuerpo deja de pertenecer al samsara.
»Los ojos que miran en las profundidades del Todo permiten al Uno Primordial mirar a través de los ojos del cuerpo.
»Los Brazos de la Conciencia que ganaron la habilidad de actuar desde el Uno Primordial permiten a los brazos del cuerpo llenarse con el poder del Más Alto.
»Y entonces su Corazón ilimitado se conecta para siempre con el Corazón Unido de todos Nosotros.
»Todo esto abre una Entrada, a través de la cual otras conciencias pueden unirse con el Océano Primordial y convertirse en Éste…
»Los budistas lo llaman Nirvana, el estado de Buda, la Liberación.
—Lin, por favor, dinos algunas palabras para los principiantes.
—¡Dejen que la calma y frescura del silencio de la mañana toque cada corazón! En Corea esto es llamado choson: este es el nombre de Mi país, el nombre de Mi nación…
»También quiero hablarles sobre el trabajo con los brazos de la conciencia. Yo, como tú, siempre he prestado especial atención al trabajo con los brazos de la conciencia al enseñar a los estudiantes.
»¿Qué puede hacer una persona sin brazos en la Tierra? No mucho. Lo mismo sucede con la vida en los mundos sutiles: ¡para vivir allí, para ayudar, para trabajar, para amar uno necesariamente debe poseer brazos de la conciencia desarrollados!
»Los brazos del cuerpo físico crecen desde el pecho, donde se encuentra el chakra anahata. En un principio, el corazón espiritual reside en este “pecho” como en una jaula. Con la aspiración de dar, de regalar el corazón se libera de esta “jaula”. Desde ese momento comienza el desarrollo correcto de la conciencia; gradualmente el alma se convierte en un corazón espiritual grande y libre. Y sus órganos para realizar acciones, como en el cuerpo material, son los brazos de la conciencia. Estos brazos son consustanciales a ella. Ellos, también, consisten de amor.
»La habilidad para actuar con los brazos de la conciencia determina la capacidad de un alma de moverse a través de los eones del universo multidimensional; luego esto determina también la firmeza de la Unión Conmigo y la permanencia en Mí. “Los ociosos sin brazos” no pueden permanecer en Mis Profundidades Universales, ellos no pueden disolverse en Mí: sólo flotan en la superficie como corchos…
»Dios es el Trabajador Más Grande en el universo, y millones de Sus Brazos, que emergen desde el Corazón Universal Unificado, cuidan constantemente de todas las criaturas vivas: abrazan, acarician, apoyan, alimentan, curan, disuelven, defienden, ayudan, enseñan…
»Aprender a trabajar con los brazos de la conciencia ahora, mientras se posee un cuerpo, es mucho más fácil que después de desencarnar. Esto es así porque cuando se trabaja con los brazos de la conciencia uno puede sentir su conexión con los brazos del cuerpo físico. Por otra parte, si los brazos del cuerpo son hábiles, fuertes y capaces esto ayuda significativamente a desarrollar los brazos de la conciencia.
»El tamaño, la forma, y las funciones de los Brazos Divinos de la Conciencia pueden ser muy diferentes.
»Ellos pueden ser Rayos de Luz Átmica que emanan desde la Morada del Creador, por ejemplo, en el caso de la curación, para hacer un efecto incisivo y poderoso.
»O pueden ser grandes Brazos de un Mahadoble Divino, que pueden extenderse a cualquier distancia, que pueden alcanzar cualquier rincón, cualquier lugar en la superficie del planeta para ayudar a aquellos que lo necesitan.
»Con los Brazos de la Conciencia extendidos desde la Morada de la Conciencia Primordial, uno puede sanar llevando la “Cortina” cerca del cuerpo del paciente y luego, con precisión, con la punta de los Dedos, limpiar las partes enfermas del organismo del paciente.
»Los Brazos pueden ser similares a un Rayo brillante de Dicha y Alegría, cuando es necesario apoyar instantáneamente a alguien en sus buenas obras.
»Los Brazos Divinos pueden acariciar, pueden sumergir a las almas en el Corazón del Absoluto, pueden llenarlas con la calma y el poder, pueden dar descanso a las almas cansadas que aspiran a Mí.
»¡Dios trabaja duro sin cesar! Esto constituye Su Vida ¡A través de esto, en particular, Su Evolución sigue adelante!
* * *
—La meditación implica sentir Su presencia constantemente.
»La meditación es un medio para entrar en Él.
»La meditación es un medio para fusionarse con Él, cuando un alma individual puede Tocarlo, Conocerlo, disolverse a sí misma en Él.
»El estado de la Existencia Verdadera es la desaparición de todo lo que no es Él. Es el estado de Su Vida, Su Amor, Su Evolución…
»¡La Vida en Mí es la Libertad Infinita! Las Conciencias que viven en Mí no son limitadas por el mundo manifestado.
»Para convertirse en Mí, uno debe aprender a ser libre aquí, en la Tierra ¡Un alma acostumbrada a la vida de un esclavo, simplemente no puede sumergirse en Mí!
»¡Yo soy Infinito! Yo experimento Mi Existencia en toda su plenitud. Fundirse Conmigo significa vivir Mi Vida; no se trata de obtener un rincón para sí mismo en el paraíso.
»¡Vive Mi Vida en toda su plenitud!
»Y una cosa más:
»¡Uno debe ir hacia la Perfección con firmeza y resolución! ¡Yo guiaré a todos aquellos que estén dispuestos a trabajar así! ¡Yo les ayudaré a conocer plenamente al Tierno Tao y convertirse en Él!
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