Dios está por todas partes, en nosotros también, pero la cortina del ego nos separa de Él. (…)
La mente egoísta no puede comprender los principios éticos (…) y deja que el alma deprimida vague ciegamente en la oscuridad sin alcanzar la Meta jamás. El egoísmo cierra el camino para el crecimiento espiritual deseado.
La mente de una persona (ordinaria) siempre se encuentra en un estado caótico y tiene cinco defectos: la concupiscencia (sexual), el enojo, la codicia, el apego y la arrogancia o el egoísmo (egocentrismo).
(…) El verdadero Gurú no es un cuerpo material, por eso Su cuerpo no se considera digno de cualquier tipo de adoración. (…) No es posible alcanzar la salvación contemplando la apariencia material del Gurú.
El cuerpo material del Gurú Nanak sirvió como una plataforma desde la cual Dios anunció Su Mensaje. (…)
Su familia era la humanidad entera y, sirviendo a la humanidad, él servía a Dios.
Nada es comparable con la contemplación de Dios.
¡Oh, el Uno, Quien supera a todos, dame Tu Mano! ¡Sólo Tú puedes ayudarme!
¡Tu Voluntad es dulce, oh mi Señor! (…) El Gurú soportó todas las torturas quietamente sin un suspiro o gemido. ¡El Gurú fue inalterable! ¡El Gurú permanecía tranquilo e impasible, como el mar! ¡El Gurú se encontraba en el estado de éxtasis absoluto!
Nunca me asustaré de la tortura. Todo sucede por la Voluntad de Dios; por eso toda tortura para mí es el éxtasis.
¡Estás orgulloso de tu imperio, mientras que yo estoy orgulloso del Reino de Dios Inmortal!
(Su) Luz se unió con la Luz, y el cuerpo no fue encontrado en ninguna parte.
La enseñanza (…) insiste en aceptar la Voluntad de Dios. Esto constituye el núcleo de la doctrina de los sijes. La mente que ha alcanzado la Iluminación vive según los requerimientos internos de las órdenes de Dios.
¡Medita día y noche!
¡Al final del camino, todas tus otras ocupaciones serán inútiles!
¡Busca la compañía de los santos!
Y concéntrate sólo en la contemplación de Dios.
Dispón tu mente para cruzar el mar de la vida, porque la vida se malgasta en la persecución de los placeres mundanos.
Según el sijismo, el propósito de la vida humana no consiste en llegar al paraíso (…) de la creencia popular de los hindúes, sino en buscar a Dios y en alcanzar la Unidad con Él. El propósito final de la religión de los sijes consiste en la Unión con el Alma Suprema en el Incesante Éxtasis Eterno. Sij ansía la Unión espiritual con el Señor (…). El sijismo considera la vida humana como una oportunidad de alcanzar esta Meta, y si uno desaprovecha esta oportunidad, regresa al ciclo del nacimiento y se encarna otra vez.
(Selected excerpts from [47])
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