Divine Teachrs — about Themselves

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Marcos el Apóstol

—¡Yo, Marcos, les saludo! ¡Con todo Mi corazón estoy con ustedes! ¡Y con Mis manos les ayudo a llevar la carga que ustedes tomaron!

—Marcos, nos contaste que Tú fuiste encarnado, así como Mateo, otra vez en Inglaterra después de la encarnación en el tiempo de Jesús. Cuéntanos, por favor, ¿cómo eras Tú cuando viniste a aquella encarnación? ¿Y cómo conociste al Creador?

—Claro que Yo no tenía memoria sobre la encarnación anterior en la mente. Pero existe también la memoria del alma, de la conciencia. Habiendo nacido en Inglaterra en la época de la dominación del catolicismo, Yo Me experimentaba como un pájaro libre que fue enjaulado. ¡Es imposible acostumbrar al alma, que ya ha tocado lo Grande, a vivir en una jaula, incluso en una muy cómoda!

»¡Imagínense que el nombre de Jesús causaba una explosión de júbilo en Mi corazón, mientras que la Iglesia, la repulsión en el alma! Yo ni siquiera tenía la posibilidad de leer el Evangelio, este mismo Evangelio que fue escrito por Mí en Mi encarnación pasada.

—¿Y quién Te enseñaba cuando estabas encarnado en Inglaterra?

—Jesús.

»Todos Nosotros, habiendo entrado en el contacto con Jesús, nacimos de nuevo con los corazones en los que Jesús vivía. Y dondequiera que estemos, Jesús siempre estaba con Nosotros. Él “aspiró” en cierto tiempo la Verdadera Vida en Nosotros, y Nosotros “volamos” a otros países, a otras vidas* llevando la Luz de Jesús en Nosotros. ¡Como los pájaros anillados, Todos Nosotros fuimos desposados con el Amor de Jesús!

»¿Recuerdan que Yo les dije una vez que solamente después de renunciar a Mi mandato de embajador, Yo empecé a recibir los mensajes de Dios? ¡Yo, en aquel entonces, empecé a ver y a oír a Jesús!

—¡Cuéntanos en detalle, por favor!

—Yo era un embajador. Una vez, antes de empezar Mi viaje con una misión de la embajada, fui a un templo y rogué a Dios que Me diera la fuerza y la habilidad de decir las palabras que sean agradables para Mi Señor. Yo pensé que estaba pidiendo por los asuntos de Mi embajada.

»Pero, de repente, la Luz brillante inundó todo alrededor y Yo vi a Jesús.

ȃl dijo:

»—¡Tú no haces lo que debes hacer, Mi querido Marcos! ¡Y no pides las palabras que debes pedir! ¡Y no piensas en el asunto en el cual debes pensar!

»Pero Yo cumplo tu pedido, aunque lo voy a hacer de otra manera, no como tú piensas: ¡Yo te enseñaré lo que debes hacer y como debes hablar!

»¡Renuncia a tu cargo y entrega tus asuntos! ¡Yo te doy otro cargo: el cargo de ser Mi Mensajero! ¡Desde hoy en adelante, harás lo que tu Señor quiere!

»Cuando Yo renuncié a Mi mandato, los demás Me tomaron por demente y Me permitieron ir a un castillo familiar para quedarme allí en la soledad.

»¡Desde entonces, sólo Jesús se quedo en Mi vida! Simplemente tenía que pronunciar Su Nombre, y Él se manifestaba inmediatamente llenando todo alrededor y dentro de Mí del Resplandor Dorado. ¡Él llegó a ser más real que todo lo material que Me rodeaba! ¡Y Yo conversaba con Él Viviente! Él Me mostraba Mi vida pasada, los episodios de Su vida… Él Me llamaba con cariño con Mi nombre anterior: Marcos.

»¡Después Él empezó a presentarse diferentemente: como Universal, como Uno con el Creador! Él Me enseñaba las meditaciones de la Unión con Él y Me sumergía en Él.

»Yo preguntaba a Jesús:

»—¿Cómo puedo ayudar a las personas?

ȃl contestaba:

»—Mira: Yo he tocado muchas almas y todo el que aspira a Mí recibe Mi ayuda, así como tú.

»Hay un toque de Dios que transforma el alma. Y después la vida anterior en los pecados y vicios se hace imposible, inadmisible para ella. Esto se llama el momento de la verdad.

»Sólo unos pocos están listos para tal toque. Yo te ayudo a buscarles. Debes aprender a verles y ver el momento cuando se puede tocar el alma, regalándole tal toque.

»¡Tú Me has dado para siempre tu corazón, y Yo te doy para siempre el Mío, que está unido con Dios Padre! ¡Yo siempre estaré contigo, en ti! ¡Yo te daré las palabras detrás de las cuales Yo estaré! ¡Yo te daré la Fuerza del Espíritu que no podrá ser quebrantada por las pruebas! Yo te enseñaré a ver el momento cuando con Mi Fuego puedes tocar las almas.

»¡Dios Padre puede vivir en ti así como vive en Mí!

»Yo cumplí este precepto de Jesús.

»Encontré a unos pocos a quienes logré darles la totalidad de Su Enseñanza.

»Jesús entonces dictó a través de Mí un libro que llegó a ser un manual para Mí y para Mis discípulos.

»Desgraciadamente, lo que Yo había hecho no permaneció durante mucho tiempo entre las personas.

 

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