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Oleg Suhodolskiy
Nos alejamos un poco del lago de Gigante para recolectar hongos, luego armamos una fogata y almorzamos. Cerca hay otro lago, decenas de años atrás acampábamos allí y corríamos sobre los caminos del bosque entrenándonos en el trote meditativo. ¡Estos ejercicios nos ayudaron mucho! Nos aseguraron la estabilidad en estados meditativos sutiles, nos dieron el poder de la conciencia necesario para el avance posterior.
Y en años posteriores vinimos aquí a un sitio de poder extraordinario con el propósito de dominar la calma en los eones detrás del espejo y de cristalizar la conciencia en ellos. ¡Aquí, así como en muchos otros sitios de poder, existen sitios únicos para recoger hongos!
De pronto, divisamos a otro Maestro Divino al que nunca habíamos conocido antes. Él era más alto que el bosque, emergía desde la Morada del Creador, atlético, irradiando alegría:
—¿Cuál es Tu nombre?
—¡Oleg Suhodolskiy!
¿Otro Maestro Divino ruso? ¡Maravilloso!
—Soy ruso, pero no de Rusia… Viví aquí antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando esta región era parte de Finlandia.
—¿Qué hacías?
—Pastoreaba…
—¿En qué sentido? ¿En el espiritual? ¿Eras un pastor espiritual?
—Sí. Vivía aquí y era feliz porque no vivía en el país gobernado por el gobierno soviético. Aquí Yo pastoreaba a almas jóvenes… Después comenzó la intervención soviética… No fui reclutado por el ejército finlandés porque era ruso… No fui junto con los finlandeses al norte porque era ruso… Sin embargo los rusos Me encerraron y Me mandaron a un campamento penal como traidor… Morí en el campamento, fui asesinado por un guardia cuando trataba de escapar.
»Y ahora “pastoreo” aquí a todo el que viene a este lugar. Los pastoreaba a ustedes también cuando trabajaban en este bosque pero no sabían de Mí.
—¡Te agradecemos mucho!
»Cuéntanos, ¿alcanzaste la Divinidad en la última encarnación o naciste siendo Divino?
—Me faltaba recorrer un poco del Camino…
»En la última encarnación yo estaba involucrado en los deportes: correr, saltar y trabajar con aparatos deportivos. Y fue el entrenamiento deportivo lo que Me permitió dominar fácilmente la cristalización de la conciencia.
»Mi padre terrenal escribía libros, aunque no eran de ficción. Su profesión era la óptica y la producción de lentes. Él era una persona altamente educada y talentosa. Le estoy muy agradecido, él Me crió muy correctamente. Nuestra familia se mudó a Finlandia en 1914. Mi madre murió cuando Yo era un niño pequeño y no jugó un rol significativo en mi niñez.
»Llegué a la última encarnación casi completamente listo para entrar para siempre en la Morada del Creador. Necesitaba muy poco. Crecí, como conciencia, como una Luz pura y poderosa. Y me infundí al Creador inmediatamente después de desencarnar.
—¿Conocías los estados de Unión con el Creador cuando vivías en tu cuerpo?
—Sí, conocía esos estados.
—¿Qué Le enseñabas a las personas en Tu última encarnación?
—Les enseñaba el entrenamiento deportivo, el correcto estado de ánimo positivo, el vigor y la energía.
—¿Quién fue Tu Maestro antes de esa encarnación?
—Fue en Europa. (Él muestra a un Maestro de apariencia hindú que trabajaba en ese tiempo en Europa). Él era Swami.
—¿Qué enseñaba este Swami?
—Buddhi yoga. ¡Era igual que en su caso! El yoga más alto es el mismo en todos lados: ¡un corazón espiritual gigante y activo, los brazos de la conciencia, el moverse con la ayuda de estos brazos de una capa a la otra en la multidimensionalidad y la Morada del Creador!
—¿Por qué necesitaste encarnar una vez más?
—Me faltó un poco de poder de la conciencia. Lo desarrollé y entré en el Creador.
—¿Fue una encarnación femenina o masculina?
—Era un niño y conocí todo a una edad muy temprana. Pero morí pronto, a los catorce años, y, por lo tanto, no tenía el suficiente poder para entrar en la Morada. Pero en la próxima encarnación desarrollé este poder.
—¿Qué estabas haciendo entre las encarnaciones?
—Volví a encarnar casi inmediatamente, en menos de un mes.
—¿Quién Te enseñó las meditaciones del buddhi yoga?
—Yo viví en Europa, en el continente, en un lugar cercano a la parte occidental de Escandinavia. Gurú Swami Abhedananda trabajaba en esa región.
—¿Elegiste dónde encarnar en esa última oportunidad?
—Por supuesto que no, ¡desencarné siendo un niño!
—¿Cómo fue el proceso de Tu encarnación?
—Simplemente Me encontré dentro de un cuerpo…
—¿Cuáles de Tus encarnaciones previas fueron las más importantes para Tu desarrollo espiritual?
—Una encarnación como indio en el norte de Sudamérica. Después de eso, encarné varias veces en el norte de la Europa continental.
—¿Qué podrías aconsejarnos ahora?
—¡Experiméntense en un bote sobre el lago, a la hora del amanecer!
* * *
—Recuerdas, Vladimir, cómo en el pasado te sentabas con una caña de pescar. Esto ayuda a desarrollarse tan bien en las etapas correspondientes, ¡permitiendo la unión con la Belleza, la Armonía y la Calma!
—Sí, lo recuerdo. Sin esta experiencia que me ayudó a desarrollar la habilidad de estar en calma, la habilidad de expandirme con el alma sobre la vastedad de los lagos, ¡sin ella, probablemente no hubiera logrado el éxito!…
—¡Abrácenme, Mis amigos! ¡Experimenten que ustedes y Yo somos uno! ¡Si Me sienten unido con ustedes, pueden superar cualquier cosa!
»¡Siéntanme constantemente entre ustedes! ¡Voy a enseñarles muchas cosas a cada uno de ustedes! ¡Haremos buenas cosas en la Tierra juntos!
»… Ahora volvamos al presente… ¡Amo tanto estos lagos! ¡Y también amo mucho a las personas encarnadas que cuando los visitan disfrutan la belleza de estos lagos también!
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