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Larisa
Cerca del Mahadoble de Konstantinos está el Mahadoble gigante de Su Discípula Divina Larisa.
—¡Cuéntanos , por favor, sobre Ti, Larisa!
—¡Mejor les cuento sobre Konstantinos, lo que sé de Él!
»Konstantinos era uno de esos discípulos de Pitágoras que —antes de la destrucción de Su Escuela en Crotona— habían ido a los diferentes pueblos por el pedido del Maestro, para fundar las filiales de la Escuela y para que éstas sean las fuentes de la Verdad y de la Sabiduría para un número más grande de personas.
»Konstantinos empezó aquí, en este nuevo lugar, el trabajo que estaba haciendo Pitágoras. Él encendió aquí el nuevo Candil de Amor, comenzando a hablar a las personas sobre la Sabiduría del Creador del universo, sobre la vida del Todo y sobre Pitágoras.
»¡Muchas personas venían para escucharlo, hacían preguntas y se quedaban con Él! ¡Se quedaban aquellos para los que estas preguntas no eran curiosidad vana! Entre Sus primeros discípulos estaba Yo.
»¡Yo Lo escuchaba abriendo los ojos del alma, y el gran amor por Él y por todo lo que Él manifestaba, por el conocimiento que Él regalaba, se encendió en Mi corazón! ¡Y el significado de la vida humana se reveló para Mí en aquel entonces!
»Konstantinos pidió a aquellos que tenían bienestar material donar para la fundación de la Escuela, aquello que cada uno podía. Yo entonces doné todo lo que tenía. Y Mi casa en la orilla del mar se convirtió en el primer edificio de la Escuela.
»Muchos otros ciudadanos nobles daban oro y esclavos para la construcción. Una de las condiciones de Konstantinos para aceptar esto consistía en que cualquier esclavo que quisiera trabajar en la construcción y fuera enviado por su amo para esto sería después liberado de la esclavitud y debería recibir el estatus de ciudadano libre. ¡Y las personas liberaban a sus esclavos y daban sus joyas! ¡Así la Escuela creció!
»Entre otras cosas, en esta Escuela fueron organizadas clases para la educación de los niños. Esto era bastante raro e hizo que la Escuela fuera deseable para la nobleza local y también aseguró el apoyo de las autoridades.
»Konstantinos una vez a la semana daba conferencias públicas para todos los que querían escuchar. Venían muchas personas, incluso de tierras lejanas. Llagaban también por mar aquellos que oyeron sobre las Grandes Enseñanzas de Pitágoras.
»Nosotros pasábamos todas las mañanas en meditación, después almorzábamos y nos sumábamos a los trabajos de construcción de los edificios de la Escuela.
»¡La armonía de la vida, puesta como el fundamento sólido de la Escuela, hizo que la vida y el trabajo allí fueran tan sublimes y maravillosos que las personas que permanecían en la Escuela no buscaran mejor suerte ni mejor destino!
»Con el tiempo, las conferencias de Konstantinos fueron complementadas con presentaciones de aquellos discípulos que dominaron las capacidades del alma que pueden ser expresadas en la música, el baile y la declamación. Esto empezó a atraer una cantidad de personas aun más grande. ¡La Escuela iba creciendo y desarrollándose!
—¡Pero, Larisa, cuéntanos un poco sobre Ti!
—¡Ardiendo con el amor hacia Aquel Quien manifiesta Dios en la Tierra, es fácil aprender! ¡Viviendo con tal amor, un alma crece y se desarrolla con facilidad!
»¡Con la ayuda de métodos meditativos enseñados por Konstantinos, el corazón espiritual creció y se extendió! ¡Nosotros aprendimos a extendernos con el corazón espiritual sobre la vastedad del mar! ¡El fuego del amor cordial se ampliaba cada vez más y abrazaba todas las vidas, toda la belleza! ¡Brillando con el amor, el alma se acercaba al umbral del Divino!
»También aprendimos a controlar nuestras emociones: ¡jamás salir del estado de amor!
»¡Luego aprendimos a ser un Flujo de Luz, similar al «viento solar» que fluye sobre la vastedad del mar e inflama «las velas de las almas»!
»Y después nos disolvimos, para que cada gota de yo-Luz se uniera con la Luz de esas Conciencias Divinas que ustedes llaman el Espíritu Santo o el Brahman. ¡Y uno podía desaparecer en la Unión con Ellos y existir solamente siendo la Luz!
»¡En esta Luz nosotros podíamos experimentarnos gigantes, vivos y libres del cuerpo!
»¡Yo aprendí a ser un Alma-Luz con una cara real, con labios sonrientes, con ojos que irradiaban el Amor y la Luz y con brazos cariñosos que acariciaban todo! ¡Con las puntas de Mis dedos, Yo podía tocar los cuerpos de las personas encarnadas para sanarlas y acariciarlas!
»¡Y con Mi corazón ardiente Me dirigía al Creador del Todo y aprendía a vivir siendo Su Fuego Viviente de Amor!
»¡Konstantinos, Pitágoras y Adler Me guiaban en aquel entonces! ¡Y ahora Yo, junto con Ellos, desde la Unidad Eterna dirijo el Fuego de Amor Divino a la Creación!
»También puedo añadir que Me volví la esposa de Konstantinos.
—Dinos, por favor, ¿cómo Tú y Konstantinos acabaron aquellas encarnaciones terrenales?
—¡Tanto Konstantinos como Yo disolvimos todo lo «terrenal» en Nosotros Mismos totalmente, completamente, incluso Nuestros cuerpos materiales! Konstantinos lo había logrado unos años antes que Yo.
»Luego Yo tenía otro marido, de los discípulos prometedores de Konstantinos. Él era mucho más joven que Yo.
»Él no logró alcanzar la Divinidad en aquella vida.
»Ahora él está encarnado de nuevo en esta tierra. Ustedes lo han encontrado. ¡Él tiene un anahata maravillosa! Pero actualmente él está en un cuerpo de mujer. ¡Su nombre ahora es el mismo que el Mío!
»Yo lo cuido. ¡Y les encargo también que cuiden de él, una vez que madure!
»¡La Libertad completa se logra solamente a través del trabajo incesante en la transformación de uno mismo como un alma!
»En las condiciones “normales” uno tiene que asimilar las lecciones del karma durante muchas encarnaciones corpóreas, en las cuales —a través de dolor y pruebas— el alma madura y se transforma adquiriendo lenta, dolorosa y difícilmente la experiencia.
»¡Sin embargo, el trabajo meditativo —correctamente organizado y combinado con la autocorrección ética— permite pasar esta etapa del crecimiento más armoniosa y rápidamente! Esto fue enseñado por Pitágoras y por Konstantinos. ¡Y todas las verdaderas Escuelas esotéricas del Alma se basan en los mismos principios!
»¡Con todo esto, ninguna “técnica” meditativa, incluso brillantemente dominada, puede permitir que un alma afluya al Océano del Creador, si todavía quedaron estados de la conciencia no idénticos a Él! ¡El alma no podrá entrar en la Unión definitiva hasta que se libere de tales «sombras del pasado», es decir, las cualidades y estados no divinos!
»¡Específicamente, existen las cualidades del alma que fueran útiles durante su crecimiento, pero que deben ser desechadas ahora, cuando la etapa de la existencia humana cambia por la etapa de la Existencia Divina!
»¡Pues el Océano permite entrar en Sus Profundidades sólo a aquello que es idéntico a Él!
»Por consiguiente, una de las tareas de un Maestro espiritual consiste en encontrar esas cualidades del discípulo y ayudar a que las vea. ¡Y la tarea del discípulo es dirigir todos sus esfuerzos hacia la transformación completa de sí mismo y hacia la Unión subsiguiente!
»¡Hay que crear Escuelas en la Tierra según los principios establecidos por Pitágoras!
»Quisiera explicar a las personas encarnadas una cosa muy simple: si golpeas con indignación una roca aguda con tu mano, la roca que ya te hirió y de la que estás vengándote por este dolor, ¡traerás simplemente más sufrimiento para ti!
»En cambio, los principios de la vida en armonía con el Todo son muy sencillos. Son:
»— ¡El amor cordial!
»— ¡La tranquilidad de la mente y el silencio interior!
»— ¡La bienquerencia hacia todos y el hacer el bien a todo lo vivo en los propios actos, emociones y pensamientos!
»—¡La gratitud al Creador por todas Sus lecciones!
»¡Quien logra observar siquiera estos principios en su vida se acercará significativamente a la cualidad que Dios quiere ver en todas las personas!
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