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Krishna
«¡Sólo el Amor puede contemplarme en Mi Más Profunda Esencia y unirse Conmigo!»
Bhagavad-Gita
—¿Sabes qué es el Yoga? ¡El Yoga es la Unión!
»¿Sabes qué es la Unión? ¡Es cuando aquello que ha estado separado llegó a ser Uno!
»¿Sabes qué es este Uno? ¡Es el Amor!
»¿Sabes qué es el Amor? ¡Es la naturaleza de los Perfectos! ¡Y el Amor es Dios!
—¡Qué, sirviendo a Mí, cada uno se olvide de sí! ¡Y entonces quedaré sólo Yo, y todo lo transitorio desaparecerá! ¡Quedará únicamente el Fundamento de todo! ¡Esto soy Yo!
»¡Marcha valientemente adelante, hacia la Meta planteada! ¡No temas a nada ni a nadie! ¡Aquí todo decido Yo! ¡Estoy parado detrás de tu espalda, estoy a tu lado!
»¡Incluso la muerte del cuerpo se retira cuando caminas —Conmigo— directamente hacia ella con la cabeza alzada y el rostro abierto!
»Pero la muerte está muy lejos de ti.
»Al igual que una planta puede enraizarse en la tierra, un alma puede enraizarse en Dios.
»Al igual que la Tierra nutre todas las vidas que se estrechan contra ellas, Yo lleno de la Fragancia Divina las almas abiertas a Mí.
Al igual que las flores exhalan aroma y se abren, alegrando la vista, al igual que los árboles dan sus frutas, las almas, nutridas por Mí, dan los frutos a la humanidad en la Tierra.
»Hay almas que crean la belleza terrenal, sin ser conscientes de esa Gran Belleza de la Cual obtienen la inspiración. Las vidas de esas personas pueden ser muy cortas, pero deslumbrantes como llamaradas. Son los genios. Y con sus vidas Yo inspiro la Belleza al mundo.
»En cambio, las almas conscientes de Su Fuente y unidas para siempre con el Océano de la Belleza, pueden dar a la humanidad lo Supremo, la Luz de la Verdad Divina.
—Krishna, cuéntanos, por favor, ¿cómo Tú Mismo alcanzaste la Divinidad?
—Esto pasó hace mucho tiempo, en aquellos tiempos cuando en la Tierra vivían las personas que no se parecían mucho a las que viven ahora.
»En aquellos tiempos remotos las personas entre las cuales Yo fui encarnado no sabían sobre la existencia de lo Divino, y entre los representantes de Mi pueblo Yo era el Descubridor Que halló el Camino.
»Desde la niñez Yo trataba de escapar del mundo limitado de la existencia habitual, “cotidiana”, trataba de encontrar más inmensidad, más libertad. Yo, no se sabe porqué, creía que tenía un Gran Amigo Quien ve y sabe todo. Él no está en el mundo ordinario, sin embargo, siempre está cerca, como en el otro lado de una “cortina cósmica”. Yo estuve internamente seguro de que Él nunca Me dejaría y que Me ayudaría en Mi búsqueda.
»Una vez en la noche Yo me dirigí mentalmente a Él:
»—¿Cómo puedo conocerte?
ȃl contesto:
»—¡Manteniendo y desarrollando el amor dentro de ti! El amor será esa puerta dentro de ti a través de la cual pasarás desde tu mundo habitual a Mi Mundo de Luz, el Mundo de Mi Existencia.
»Desde aquel momento, dirigí todas Mis fuerzas y atención al desarrollo del amor dentro de Mí. Yo alargaba los brazos de amor desde Mi pecho hacia todos los seres alrededor, los acariciaba y abrazaba con estos brazos.
»Luego aprendí no solamente a alargar Mis brazos de amor desde Mi cuerpo hacia otros seres, sino también inundar todo el espacio alrededor con el amor que se derramaba desde Mi pecho. Yo ya podía percibirme como un “coágulo” de amor más grande que el cuerpo material.
»Sin embargo, más tarde estos logros dejaron de satisfacerme, pues Yo quería mucho más que simplemente permanecer como un “coágulo” de amor que puede acariciar a los demás. ¡Yo anhelaba encontrar el Mundo de Mi Gran Amigo!
»Nuevamente Me dirigí a Él pidiendo que Me muestre el Camino hacia Él. Su respuesta vino en forma de la comprensión de que Yo debiera, en la siguiente etapa de Mi desarrollo, aprender a sumergirme como ese “coágulo” de amor en la Profundidad, de que allí más profundo que Mi mundo habitual están los estratos de Luz, donde debo aprender a vivir.
»Habiendo encontrado ese mundo de Luz en la Profundidad y habiendo llegado allí, al principio Yo simplemente abría Mis brazos en ese lugar. Al igual que uno abre los brazos y expone su pecho y cara al viento fresco, Yo abría Mis brazos allí, Me “desnudaba” para la Luz que emanaba desde las Profundidades y dirigía Mi mirada a esas Profundidades.
»¡Sentí asombro y alegría, al descubrir ese nuevo mundo, mundo de Felicidad, Libertad y Luz, debajo de Mi Mundo habitual!
Me sumergía en el mundo de Luz y Me sintonizaba con Su sutileza y pureza. Gradualmente Me unía con esa Luz. La sensación de Mi “yo” separado desaparecía completamente, sólo quedaba la Luz. Yo podía permanecer en este estado durante horas.
»No obstante, Me daba cuenta de que el mundo de Luz que conocí no es el Fundamento de todo.
»Mi próximo avance en el conocimiento no tuvo lugar muy pronto, sino solamente después de muchos años. Yo tenía que madurar en aquella encarnación.
»Me convertí en un instructor de los jóvenes entre las personas. Yo Mismo conocía la armonía de la vida, ayudando a los demás.
»No obstante, Yo no abandonaba el deseo de pasar al mundo “en el otro lado”, allí donde vivía el Gran Amigo. Y, una vez, aspirando a Él con toda el alma, Yo penetre en Su mundo ilimitado de la Pureza y Sutileza Primordiales. ¡Allí Mi Amigo salió a Mi encuentro, Me abrazo, abriendo Sus Brazos en la Eternidad!
»Después de aquel encuentro con el Amigo, regresé al cuerpo, ¡pero la vida desde allí se llenó para Mí del nuevo significado, el Significado de Su Existencia Universal!
»Memoricen y transmitan a los demás:
»¡Que el amor y el poder caminen cerca, siendo dirigidos por la Sabiduría!
»¡Sólo el amor absolutamente puro se une con el Poder Absoluto!
»Y el Poder Absoluto está en la gran tranquilidad.
»¡Únicamente desde la gran tranquilidad se conoce la Plenitud de la Verdad!
Alba
El sol subió sobre la Tierra
Iluminando la bóveda celeste…
¡En la transparencia del cielo está la tranquilidad
y el vuelo libre del alma!
¡Húndete, disuélvete en la Profundidad!
¡Y desde allí levántate como el Sol!
¡Aquel que en la Tierra se ha convertido en el Amor
estará siempre Conmigo!
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