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Sacerdote Ortodoxo de Toda Rusia
—Una de Mis encarnaciones fue en el tiempo de los primeros cristianos. No fui un discípulo directo de Jesús y tampoco llegué a verlo, pero la ola de Jesús, que sacudía a la humanidad en ese momento, Me alcanzó a Mí también… Al igual que muchos otros, fui asesinado por los romanos mientras permanecía en el estado de una fe inquebrantable en Jesús, creyendo que Él Me recibiría… Y así alcancé el estado paradisíaco.
»Después de eso encarné varias veces, desarrollando cualidades faltantes del alma, multiplicando el amor, la sabiduría y el poder en Mí Mismo.
»En Rusia encarné desde un estado casi Divino con la misión de llevar el Amor de Jesús a los corazones de las personas. Era un sacerdote ortodoxo. Había estudiado muy cuidadosamente las tradiciones de la Rusia “precristiana”, que aún sobrevivía en pequeños centros en los bosques. Eran considerados paganos y destruidos…
»Traté de rescatar lo que quedaba de ellos, logré entender mucho y, gracias a esto, alcancé la Unión con el Padre. Pero no pude unir para las personas los mejores aspectos de estas dos corrientes divergentes… No logré cambiar la historia de la espiritualidad en Rusia…»
—Cuéntanos, por favor, un poco más acerca de Ti…
—Bueno…
»Fui educado espiritualmente en Moscú. Era la época posterior a la reforma del patriarca Nikon y las pasiones todavía no se habían apagado. Las ideas acerca de la reforma de la Iglesia Ortodoxa todavía estaban presentes tanto en las mentes benévolas como en las malignas.
»Yo estaba colmado por el deseo de reorganizar la vida de la Iglesia de acuerdo con los mandamientos de Jesús el Cristo. Mi corazón y mente ardían con las ideas de la transformación de la vida espiritual.
»Debido a que Mis discursos apasionados excitaban las mentes, fui enviado a una remota parroquia después de graduarme.
»Lo consideré como un exilio…
»… Las estribaciones de los montes Urales, un lugar remoto…
»Una pequeña iglesia en ruinas, que parecía una ermita, se erguía solitaria en el bosque, lejana incluso de los pueblos que pertenecían a su feligresía.
»Cuando fui enviado a ese lugar, pude escuchar los susurros de los que se regodeaban a Mis espaldas:
»—¡Él va a aprender a ser humilde y silencioso! ¡No habrá nadie con quien hablar en ese lugar!… Ahí hay un viejo monje rector, uno de esos problemáticos renunciantes. Ha tomado el voto de silencio y no dice ni una palabra en todo el año…”
»Al llegar a ese lugar, sentí pena y tristeza. ¿Alguien Me necesita aquí? ¿Cuál es Mi propósito aquí?… El viejo monje rector había vivido aquí por cuarenta años. ¿Y qué? ¿Es Mi destino también? Uno puede enloquecer a causa de esto…
»… Pero los ojos de ese monje estaban llenos de una calma y ternura increíbles…
»—¡¿Padre, cómo has vivido aquí solo tantos años?! —le pregunté.
»—¿Por qué solo? Vivo con el Señor Jesús… —respondió sonriendo el viejo monje Nikolay…
»… Comenzó a enseñarme hesiquia, el silencio interior.
»Aprendí a experimentar a Jesús en Mi corazón.
»Antes había vivido en el amor, pero ahora aprendía a sumergir Mi intensa pasión en las profundidades de la calma y el silencio…
»Ahora la luz cordial llenaba todo en nuestra vida.
»… Pero el viejo Nikolay murió pronto. Él se fue calladamente como si se hubiera dormido y despertado en la morada paradisíaca de las almas…
»… Comencé a revivir la vida espiritual de las personas que vivían en los pueblos cercanos y a ayudarlos como podía…
»… En cierta oportunidad traté de salvar la vida de un niño que estaba gravemente enfermo. No tenía conocimientos médicos profundos. El niño tenía fiebre y una respiración estertórea. Hice con Mis manos lo que pude para ayudarlo y recé en Mi corazón a Jesús para que sanara su cuerpo. Por momentos, Me parecía que Mis manos soportaban la vida del cuerpo del niño… pero no sucedió una sanación “por la oración”…
»Casi un día y una noche habían pasado cuando una mujer de una belleza increíble entró a la choza… espeso pelo blanco, ojos serenos color gris azulado… Se paró inmóvil por varios segundos en la puerta, habiéndome visto vestido con las ropas negras de monje, de rodillas frente a la cama del niño… Después se decidió, entró, nos saludó a todos y dijo calmadamente:
»—Vaya a casa, padre. ¡Voy a sanar al niño!
»Yo casi no tenía fuerzas. Salí y comencé a rezar, pero caí en una Luz pura y brillante… Sólo había Luz… En ese momento no sabía que Me había sumergido en la Luz de Ella como Conciencia… Creí que Me había quedado dormido y que soñaba…
»Cuando desperté, el niño estaba casi recuperado y dormía calmado. La mujer se había ido…
»¿Quién era Ella? ¿De dónde venía? Nadie lo sabía…
»… En otra oportunidad Me adentré demasiado en el bosque y una especie de bolsa cayó sobre Mi cabeza, fui atado y llevado a algún lugar… Pensé que eran ladrones y, habiendo llamado a Jesús en Mi corazón, caí de rodillas y Me preparé para morir.
»Pero escuché unas palabras:
»—Él no trata de hacer nada malo. Desátenlo.
»Cuando sacaron la bolsa de Mi cabeza, vi a un hombre viejo y alto de cabello gris y muchas personas: viejos y jóvenes, hombres y mujeres… Entre ellos estaba la mujer Que había sanado al niño. Su nombre era Rada…
»De esa manera, gracias a la Voluntad de Dios, Me encontré a Mí Mismo en una de las comunidades que conservaban el conocimiento y las tradiciones de la antigua Rusia… El hombre viejo y alto que ordenó soltarme era un clarividente y el líder de esta gente. Rada era su nieta.
»Siendo perseguidos por una nueva ola de la inquisición en contra de los Viejos Creyentes y de todos los no ortodoxos, las personas de esta pequeña comunidad se alejaron de la persecución yendo cada vez más y más profundo en el bosque… Planeaban pasar el invierno en esa región, y luego, en primavera, ir más allá de los Urales, y adentrarse más profundo en los bosques siberianos.
»… Les conté sobre Jesús, acerca de lo que Él enseñó. Ellos escucharon, estuvieron de acuerdo con todo, pero se negaron a Mi propuesta de adoptar oficialmente la cristiandad…
»… También comencé a aprender el conocimiento espiritual de la antigua Rusia. ¡Me dí cuenta de que Jesús enseñó lo mismo a Sus discípulos más cercanos, nada más que usando otras palabras! ¡Era eso lo que no había entendido en Mi búsqueda espiritual previa!…
»Rada tuvo tiempo de enseñarme ejercicios de sanación y meditación, métodos especiales para el desarrollo de la conciencia. Ella dijo con tristeza que ahora muchos de Sus parientes pensaban más en cómo sobrevivir que en cómo conocer al Padre Svarog…
»Ella se regocijaba mucho con Mi progreso…
»¡Aprender en este “templo” del bosque era tan dichoso y fácil para Mí! Era como si el alma hubiera sido liberada de una jaula y volara, expandiéndose en un deleite silencioso, junto con la luz del sol naciente, sobre las vastedades de la tierra: sobre un río, sobre un bosque distante… Como en un lago del bosque, el alma se sumergía en la Luz de la Tierra y se disolvía en la dicha de ser Luz…
»De esa manera aprendí a ser un alma-Luz libre de la carne del cuerpo…
»Yo dominaba todo fácilmente: la conciencia cristalizada en las vidas anteriores y el hesiquia que había aprendido junto con el viejo Nikolay, ayudaron al corazón, aspirando en el amor al Señor, a Unirse con Él…
»… Pero Mi educación con Rada no duró mucho…
»Tuve tiempo de advertirles a Mis nuevos amigos sobre la cercanía de los inquisidores que deseaban quemarlos vivos en la estaca…
»Ellos se fueron en el otoño avanzado…
»… Comencé a escribir un libro en el que traté de unir la verdadera cristiandad con el conocimiento acerca del desarrollo del alma y el conocimiento de Dios que había recibido de Rada.
»… Cuánto más trabajaba, más me ayudaba Jesús. Recibí de Él más y más técnicas meditativas para el autodesarrollo. Jesús Me guió y Yo Me sumergí más profundo en la Unión con el Padre.
»… Por fin, el libro estaba terminado… en él Yo describía Mis ideas acerca de la transformación de la iglesia y los códigos de preceptos éticos para los laicos y para los sacerdotes…
»En ese tiempo, el zar emprendió algunas reformas en la estructura política de la sociedad. Consideré que allí estaba Mi oportunidad de cambiar el curso del desarrollo de la Ortodoxia en Rusia…
»Fui a la capital. El zar Me recibió y Me escuchó. Pero no le gustaron Mis palabras sobre la espiritualidad de una “nueva Rusia”: ¡él soñaba con otro tipo de gloria para el país!… Entregó Mi libro al alto clero para su consideración…
»… Ni siquiera Me torturaron. Mi trabajó los asustó tanto que fui ejecutado de inmediato para que ninguno de Mis pensamientos se escape de la cámara de tortura. Todos Mis escritos fueron quemados…
»… Acepté la muerte fácilmente. Jesús estaba Conmigo.
»¡Y llegué a ser Uno con el Padre!
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