Divine Teachrs — about Themselves

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Igor Vysotin

Estábamos volviendo por una senda del bosque a la estación de tren después de trabajar en algunos sitios de poder. De repente nos encontramos en un área saturada con Luz no material. Paramos y miramos alrededor. La intensidad de la Luz era mayor en un lugar que estaba a unos cien metros a la izquierda de la carretera. Caminamos hasta allí y encontramos un Mahadoble Divino sobre un claro.

—¡Estoy muy contento de verlos! Los he estado observando por un largo tiempo.

»Yo represento a Dios para las personas en varias partes del Istmo de Carelia. Mi deber es ayudar a las personas en los lagos y ríos. ¡Me agradan especialmente aquellos que miran el amanecer y admiran la belleza de la Tierra en un bote entre los juncos!

—¿Pero quiénes son? ¿Pescadores y cazadores?

—¡No los desprecies! ¡Eras uno de ellos antes y creciste a través de eso!

»Todos deben ser llevados a los próximos estadios de desarrollo de acuerdo a su entendimiento, a su perspectiva. ¡No deberían despreciar a aquellos que no han aceptado todavía el vegetarianismo pero son capaces de admirar lo bello! ¡Esto les da una chance a tales personas!

»Mi nombre es Igor Vasilievich Vysotin. Viví aquí antes de 1949. (Él muestra el lago Sukhodolskoye y sus alrededores).

»En el presente, guío a mucha gente hacia Dios, ¡a aquellos que, como ustedes, pueden admirar la salida del sol!

—¿Puedes darnos algún consejo?

—Yo aconsejo a otros, a aquellos que ven el amanecer en los botes.

—Y respecto a Ti, ¿también comías comida de matanza?

—Hasta cierto punto sí, después, no. ¡Pasé muchas encarnaciones entre las personas, como pueden entender! Y alcancé el conocimiento del Creador antes de la última.

—¿En dónde viviste en Tu última encarnación?

—En Finlandia.

—¿Quién eras?

—Vivía como un campesino cerca del lago. Trabajaba la tierra, ayudaba a otros. Había una comunidad rusa de luteranos ahí.

—Cada vez que visiten estos lagos, ¡estaré entre ustedes!

* * *

Estamos otra vez en los sitios de poder saturados con la Conciencia Divina de Igor Vysotin.

¡Es increíblemente bello aquí!

La bruma suave permeada con la luz del sol cubre el bosque.

La neblina baila sobre el lago bajo los rayos del sol naciente…

Pequeñas gotas de agua se mueven suavemente y brillan en la luz del sol…

Como manos cuidadosas, los rayos del sol acarician las copas de los pinos y la cuenca del lago.

Silencio…

—Me gustaría que ustedes le cuenten a otras personas encarnadas sobre Mis lagos, a los cuales conocen y quieren tanto como Yo, para que las personas puedan venir a Mí, a donde los estoy esperando, en la orilla y en el agua… Traten de hablarles de manera que escuchen el suave golpeteo de las olas contra el bote, que puedan oler el aroma de la frescura del lago, que el susurro de los juncos y el sonido de las alas de los patos los inviten a venir aquí y ver el amanecer, para que vean como la suave manta de la bruma se ilumina con los rayos del sol naciente, para que cada alma que venga sea purificada con la belleza de la Creación…

»Y si ustedes describen esto en una película, y muestran la belleza que ayuda a las almas a acercarse a Dios, todos Nosotros les estaremos agradecidos.

»… ¡Si sólo pudieran entender cómo Dios valora el conocimiento espiritual exhaustivo que han adquirido! ¡Por un largo tiempo, la humanidad no ha tenido tal conocimiento, o quizás nunca lo tuvo! ¡Este conocimiento incluye no sólo a la información sobre el Absoluto, sino sobre las maneras reales con las que cuenta el hombre para conocerlo!

… Repito una y otra vez las palabras de un verso de Igor Vysotin:


¡Te llamo! ¡Te llamo e invito

a ponerte en camino Conmigo, hacia Mí!

¡Mira, aquí está el mundo! ¡Yo abro las puertas!

¡Entra! ¡Mi Amor te espera aquí!


¡Te llamo a contemplar con los ojos del corazón

las manifestaciones de la Vida, la primavera!

¡Te llamo a los bosque y prados

para decirte tiernamente: «¡Estoy aquí y te amo tanto!».


¡Te llamo a ver un lago cubierto por la neblina,

a notar los bancos de los pececitos ágiles en la profundidad,

a entrar descalzo en la transparencia de las aguas

y a disolverte en el dulce silencio!


¡Te llamo a ver la noche y la magia del amanecer,

a escuchar los pájaros al alba

y a tocar el misterio viviente:

la vida consciente en la Tierra!


¡Quiero regalarte Mis salidas de sol

y todos los milagros de Mi Creación

para que se te corte la respiración por la alegría de este conocimiento

y para que el amor fluya desde tu corazón!


¡Estoy aquí en todo,

susurrándote como el junco susurra!

¡Estamos sólo tú y Yo!

¡Tu corazón abierto atiende a la Voz del Alma Divina!

 

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