Divine Teachrs — about Themselves

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Borovik

Una vez estábamos caminando en el bosque recogiendo hongos comestibles. Encontramos una colina muy alta y empinada. A pesar de estar cansados y llevar las mochilas pesadas por los hongos, sentíamos un impulso inexplicable para subir la colina.

Así que, subimos. ¡Y encontramos sobre su superficie, así como debajo de ésta, la Luz Divina purísima! Esta Luz fluía hacía arriba como una fuente.

Entramos en la «fuente» y la estudiamos. Sí, en este lugar se puede trabajar perfectamente, incluso con la limpieza de las energías del cuerpo.

Llegamos a entender que este lugar es el área de trabajo de uno de los Maestros Divinos.

¡He aquí Él Mismo!

Contestando a la pregunta sobre Su nombre, Él dijo que Le llamaron Borovik.

Nosotros Le pedimos contarnos sobre Él y Él contesta:

—Yo era un hijo joven de un hacendado local. Y en aquella época estudiaba la Sabiduría Divina. En aquel entonces estas tierras eran finlandesas, pero nuestra familia era rusa.

—¿Cuándo fue eso?

—En 1905-1945. Yo era miembro de una comunidad luterana.

—¿Y quién Te guiaba?

—El Pastor conocido por ustedes.

»Yo crecí en esta colina. Aquí está un sitio de poder notable que puede ayudar incluso a sus estudiantes. Aquí está “la fuente” de la Energía Divina que sale directamente de la Morada del Creador. Con su ayuda uno puede “inflar” a uno mismo como una conciencia, de la misma manera como a un globo. ¡De esta manera —haciéndolo una y otra vez— se puede hacer crecer la conciencia rápidamente con la particularidad de que esto se va hacer con las Energías del Creador!

»Yo Mismo encontré este lugar y traía a los demás aquí. Cada uno de ellos recibía aquí tanto cuando pudo.

Una Mujer Divina —Su Madre— se acercó a nosotros.

—A Ella Yo también llevé a Mí.

En segundo plano se ve el grupo de otras Almas Divinas.

—¿Ellos son Tus Discípulos?

—No exactamente. Había una comunidad donde nadie «se elevaba» sobre los otros. Cada uno era un compañero de viaje para el otro en el Camino al Creador. Pero sí, Yo caminaba primero.

»Tú conoces por mucho tiempo a Mi Madre. Hace muchos años Ella recogía los hongos contigo; te ayudaba a buscarlos.

»¡También presta atención a la posibilidad de conectar fácilmente en este lugar tu propio corazón con el Corazón del Absoluto e igualarlo por el nivel de la sutileza del Creador!

»Lo mismo se puede hacer en el lugar de Bartolomé, aunque de una manera un poco diferente.

»Así uno puede lograr fácilmente la Unión con el Creador en este lugar. Éste es el “programa mínimo” que Yo había dominado una vez.

»Bartolomé les contaba como Jesús Le llevó una vez a Su Anahata. Pero a Mí Me llevó de inmediato el Creador Universal Mismo. ¡Yo no tuve el aprendizaje personal con Jesús, pero seguía Sus mandatos acerca de la búsqueda del Creador Universal, pues de esto se constituye la esencia de Su Enseñanza!

»¡Yo estaré con ustedes en todo tiempo! ¡Recuerden siempre cómo Yo conocí a Dios Padre aquí! ¡Y traigan a este lugar a sus nuevos estudiantes!

—¿Por qué Te llamas con este nombre tan extraño, Borovik*?

—En la niñez Yo estuve enfermo casi todo el tiempo. Ni los doctores ni los sacerdotes podían ayudarme. Pero una vez Mi madre imploró a Dios como nunca había hecho antes:

»—¡Si Tú realmente existes, no puedes dejarnos sin ayuda!

»Y ella se arrimó a una valla en el parque.

»Una persona que pasaba por allí la preguntó con interés: “¿Está bien, usted?”. Y la ayudó a sentarse en un banco cercano.

»Era el Pastor.

»Mi madre se echó a llorar y Le contó todo.

»—¿Y por qué usted no pide un consejo de Dios? —preguntó Él.

»—¿Cómo?

»—De la misma manera como Me está preguntando ahora. ¿Usted piensa que Dios no la puede escuchar?

»»¡Vea, la respuesta a su pedido ha llegado inmediatamente con mi persona! Y ahora Yo la ayudaré a escuchar el resto. ¡Pero de aquí en adelante escuche por sí misma, y no con las orejas, sino con el corazón!

»»Múdense con su hijo a vivir en el bosque de pinos cerca de un lago. Compren una casa allí. ¡Y vivan con Dios! ¡Él sanará a su hijo! ¡Una vez que se muden, háganme saber; quizás les ayude con algo más!

»Mi madre Le creyó. Y Ella, junto con Mi padre, vendieron todo lo que pudieron y compraron un caserío en aquel lugar.

»Yo empecé a recuperarme. Y junto con la salud y la belleza de la naturaleza, obtuve también a un Tutor espiritual.

»Al principio, las personas se reunían en nuestra casa para escuchar al Pastor y para aprender a amar a Dios. Así vivimos nosotros como una comunidad.

»Cuando Yo crecí, encabecé el trabajo espiritual con estos pocos que estaban cerca.

—Pero aun así, ¿por qué Te llamas Borovik?

—¡El Pastor Me llamó así de broma! Dijo a Mi madre:

»—¡Tu hijo se recuperará y crecerá tan robusto como un Borovik! ¡Así Yo crecí!

 

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