La Tabla de Esmeralda de Hermes

¡Lo que Yo digo aquí es sólo la verdad! ¡Es sólo la verdad y nada más!

Lo que está abajo es similar a lo que está arriba, y lo que está arriba es similar a lo que está abajo. ¡Y hay que conocerlo para adquirir el conocimiento del maravilloso Uno!*

Todo lo material surgió por la intención del Uno. Todos los objetos materiales se hicieron manifestados gracias a la condensación de la energía por el Uno.

El Sol* es el Padre del mundo manifestado, lo «lunar»* es su madre. El Espíritu Santo «lleva a término» a las almas que se desarrollan, la Tierra las alimenta y el Padre de todo el desarrollo en el universo está presente siempre y por todas partes.

¡Su Poder es el Poder Supremo! ¡Es superior a todo el resto y está manifestado en la Tierra en Su Omnipotencia!

¡Así que separa lo terrenal de lo Ardiente* y lo grosero de lo sutil! ¡Haciéndolo, actúa con gran cautela, veneración y entendimiento!

¡Después de convertirte en el Fuego Sutilísimo, debes conocer lo Celestial! De esta manera se realiza la Unión. Luego regresa a la Tierra y serás capaz de percibir lo Sutilísimo y transmutar lo imperfecto eficazmente.

Esto significará que has alcanzado la gloria de la Unión con el Uno y que te has liberado de la oscuridad de la ignorancia.

El Poder del Uno penetra debajo de todo, debajo de lo sutil y lo grosero, y los controla. Así existe la Creación. Y gracias a esta maravillosa interconexión del Todo, marcha el desarrollo.

¡Por eso Mi nombre es Hermes Tres Veces Nacido, ya que existo y actúo en cada uno de los tres planos de la existencia* y poseo la sabiduría del universo entero!

Así que Me callo, pues he anunciado todo lo que quería anunciar sobre los hechos del Sol.